Saturday, August 06, 2005

EL GASTO EN TINTORERÍA NO ES NINGUNA TONTERÍA


¡¡Hola descarados con mucho tiempo libre!! 
Ayer hice el recorrido turístico con unos alemanes muy poco típicos, nada de rubios de ojos azules como los que le ponían cachondo a Adolf, sino más bien sus tonalidades de piel variaban del color caramelo al chocolate puro. Tuve que dirigirme a ellos en árabe, aunque como buenos berlineses dejaron que pudiese degustar sus deliciosos frankfurts (ese fue el momento más divertido del itinerario) pero no fue todo tan agradable, pues tuve que desabrocharme el escote para conseguir que se marcharan del barrio de Ruzafa, porque al llegar a este barrio en cuestión enloquecieron cuales marujas al inicio de unas rebajas, estaban en su salsa comprando alfombras, comiendo en döner kebap, y algunos se llevaron el Corán edición coleccionista forrada en cuero con piedras preciosas engarzadas, incluyendo un DVD de regalo del top 10 de las mejores oraciones en grupo de la Meca, y al final del DVD el videoclip de "La muchacha turca" de Hakim.
De allí fuimos a mi tintorería de cabecera, pues lo agregué en la ruta porque si no, no me habría dado tiempo a recoger mi vestido Gucci palabra de honor temporada primavera-verano 2002 (me lo compré el mes pasado, pero como aquí todo llega con años de retraso...), a ellos pareció no importarles mucho visitar la tintorería, incluso hicieron cientos de fotos del interior, posando con las dependientas y alguna clienta menopáusica con marido jubilado-pensionista cinco estrellas.
Se divirtieron menos en la catedral y en las torres de Quart y de Serrano, luego un par de museos y para casa, pero antes les di la dirección del "CO-CHINO" para que me dejaran buenas propinas por la noche; y efectivamente cumplieron su papel aumentando ligeramente mi poder adquisitivo (se me hace muy duro ahorrar con mis sueldos para poder comprarme mis anhelados vestiditos, zapatos, complementos,... todo de Gucci), pero dos de ellos me mancharon la blusa de mi trabajo diurno al terminar mi jornada laboral en el "CO-CHINO" con su semen alemán/marroquí, ¡condenados! ¡Ahora tendré que volver a la tintorería para que limpien la dichosa blusa! Y ahí acaba por hoy mi diario laboral.
Moraleja: Tened cuidado con las blusas de tintorería cuando os acerquéis a los penes circuncidados de un par de alemanes/marroquíes.
P.d.: Espero que Po Yong no se entere de este encuentro interracial, pues se pone un poco celosín...













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